Este tipo de emisoras se han creado con el fin de favorecer a una comunidad, cuyos intereses son el desarrollo de esta misma. Las estaciones comunitarias no tiene ánimo de lucro, es así como se diferencian de las piratas, aunque algunas se valen de pequeños patrocinios para su mantenimiento. Las radios comunitarias igualmente así como se transmiten vía antena, así mismo se pueden transmitir por internet. Hay tres tipos de sectores de la comunicación:
*PRIMER SECTOR, LOS MEDIOS PÚBLICOS.
*SEGUNDO SECTOR, LOS MEDIOS PRIVADOS COMERCIALES.
* Y EL TERCER SECTOR, LOS MEDIOS COMUNITARIOS.
En algunas ocasiones, dado a que estas son emisoras comunitarias, carecen de apoyo gubernamental y en algunos países la legislación no está bien definida respecto a ellas.
Este tipo de radio no se da por igualdad en todos los países del mundo, en unos más que en otros. En Latino América las estaciones comunitarias están distribuidas por varios sectores, algunas manteniéndose con mucho esfuerzo, pues el gobierno en ciertos casos no apoyan mucho este tipo de proyectos. Pero entre tantos ejemplos se toma a países como Venezuela, donde las radios comunitarias son administradas por consejos comunales llegando al número de 224 emisoras comunitarias habilitadas allí, las cuales son respaldadas por el gobierno y donde se brinda un verdadero servicio social.
En Colombia, los orígenes de la radio comunitaria se ubican entre finales de la década de 1970 y principios de la década de 1980. El objetivo principal de estas primeras emisoras comunitas era el de lograr una mayor participación de las zonas rurales del país en el entorno de la comunicación. Por esto, su programación estaba constituida por segmentos dedicados a la música regional, la instrucción y formación agrícola y zootecnista, y las noticias regionales. Desde sus inicios, la radio comunitaria tuvo muchos obstáculos para desarrollarse debido a la poca inversión económica que recibió del sector privado y público.
Un prototipo importante para pensar en el modelo de las emisoras comunitarias es el de la Radio Sutatenza que, si bien fue creada en la década de 1950, estableció una nueva forma generar contenidos sonoros con objetos instructivos y con una relación de cercanía con el público rural del país. Allí fue realizó el primer programa infantil radial del país, El tren de los osos en el parque, así como un importante programa de alfabetización, de gran incidencia sobre la vida de los campesinos de Boyacá, Nariño y el Tolima, entre otros departamentos.
Desde entonces, su legado se evidenció en la fundación de muchas más emisoras de este tipo. A través de ellas se logró instaurar una cultura de la radio comunitaria que, además, acudió a la participación de personajes famosos de la televisión, de la radio comercial y de la pública, con el fin de promover sus contenidos y lograr una audiencia masiva.
Actualmente, la radio comunitaria en Colombia recibe ayuda del Estado. Aun cuando el monto de dicha ayuda no sea realmente significativo, su alcance en las comunidades ha generado importantes resultados pedagógicos y sociales. En diferentes regiones rurales del país hay emisoras locales comunitarias donde los habitantes de la zona expresan sus inquietudes y la necesidad de una mejor calidad de vida y mayor organización social, convirtiéndose en una forma fundamental de comunicación a través de la cual es posible entender qué sucede en las provincias, y, por encima de todo, de visibilizar a los protagonistas de importantes historias de valor y trabajo.